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Semana mundial de la lactancia materna 2013

El día 6 de ocubre arranca la Semana Mundial de la Lactancia Materna.

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Durante esta semana se realizan distintos eventos coordinados por la WABA una red de apoyo internacional cuyo objetivo principal es promover la lactancia materna.

Su objetivo es fomentar el apoyo a las mujeres que amamantan que si bien en ocasiones son acompañadas o apoyadas las primeras semanas de lactancia, después este apoyo va disminuyendo.

Las mujeres que amamantan necesitan apoyo no solo de la familia sino de todo su entorno, apoyo cercano, continuo y oportuno.

mujeres-centro-apoyoLas mujeres son el centro porque la presencia o ausencia del apoyo les impacta directamente.

Las mujeres también juegan un rol central para asegurar el apoyo y para brindarlo a otras personas.

¡Las madres proveedoras y receptoras de información y apoyo!

A continuación os dejo con una imagen gráfica de todos estos: Sigue leyendo

Dar el pecho reduce el riesgo futuro de obesidad de la madre

Un estudio británico realizado a partir de los datos de 740.000 mujeres confirma que amamantar a los hijos tiene efectos beneficiosos para las mujeres incluso 30 años después de haber dado a luz.

Dar el pecho reduce el riesgo futuro de obesidad de la madre

Dar el pecho reduce el riesgo futuro de obesidad de la madre – Imagen: Jano.es

Un estudio del Cancer Research UK y el Consejo de Investigación Médica (MRC, por sus siglas en inglés) del Reino Unido ha demostrado que dar el pecho a los hijos puede ser beneficioso para las madres de cara a evitar la obesidad años más tarde. Los resultados se publican en la revista International Journal of Obesity.

Investigaciones previas ya habían demostrado que las mujeres que amamantan a sus hijos tienen menos riesgo de desarrollar cáncer de mama y ovario, así como diabetes tipo 2. Asimismo, también se sabía que la lactancia podía ayudar a las mujeres a perder el peso que acumulan durante el embarazo.

Ahora, este estudio ha demostrado por primera vez que los efectos beneficiosos para la mujer se pueden extender «incluso 30 años después de haber dado a luz», según ha explicado a la BBC la profesora Kirsty Bobrow, autora del estudio.

Para la investigación se utilizaron los datos del llamado ‘Estudio del Millón de Mujeres’, que desde hace varias décadas permite conocer los factores reproductivos y de estilo de vida que afectan a la salud de la mujer. En este caso se tuvieron en cuenta la altura, el peso, la historia reproductiva y otros factores relevantes de más de 740.000 mujeres.

De este modo, los investigadores observaron que las participantes tenían en promedio 57,5 años de edad y un IMC de 26,2, que se puede considerar sobrepeso. Además, la mayoría de las mujeres (88%) había tenido por lo menos un hijo y, de éstas, un 70% había amamantando a sus pequeños durante una media de 7,7 meses.

Aunque el estudio mostró que, en las mujeres premenopáusicas, cuantos más hijos mayor era el índice de masa corporal (IMC), esta relación era «significativamente menor» entre las mujeres que habían amamantando a sus hijos. De hecho, ha explicado Bobrow, por cada seis meses de lactancia el IMC de la mujer era un 1% menor.

La profesora Valerie Beral, directora de la Unidad de Epidemiología de Cáncer de la Universidad de Oxford y coautora del estudio, explica que si este 1% se traslada a la población del Reino Unido «podría significar 10.000 muertes prematuras menos cada década».

Esto se debe principalmente a la reducción de las enfermedades vinculadas a la obesidad, como diabetes, dolencias cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.

«Ya sabemos que amamantar es la mejor alternativa para los bebés», añade Bobrow, que celebra que este estudio «apoye la evidencia creciente de que los beneficios se extienden también a la madre, incluso 30 años después de haber dado a luz».

Estudio: International Journal of Obesity
Vía: Jano.es

La leche materna mata el VIH y bloquea su transmisión oral

Aunque la lactancia materna se atribuye a un número significativo de estas infecciones, los bebés alimentados con leche materna no suelen estar infectados con el VIH, a pesar de la exposición prolongada y repetida.

 Una investigación de la Universidad de Carolina del Norte (UNC, por sus siglas en inglés) ha indagado en la causa por la que los bebés de madres con VIH que son amamantados no suelen estar infectados por el virus, y han descubierto en un modelo de ratón humanizado que esto se debe a que la leche materna mata el virus, y protege contra la transmisión oral de estas infecciones, según informa la revista PLoS Pathogens.

«Este estudio proporciona una información valiosa sobre la asombrosa capacidad de la leche materna para destruir el virus y prevenir su transmisión», afirma el doctor J. Víctor García, autor principal del estudio y profesor de medicina en el Centro de la UNC para la Investigación sobre el sida. García añade que el estudio «también proporciona nuevas pistas para el aislamiento de productos naturales, que podrían ser utilizados para combatir el virus».

Este especialista y sus colaboradores son pioneros en el desarrollo del modelo humanizado de ratón, conocido como BLT, que se crea mediante la introducción de tejidos humanos de la médula ósea, el hígado y el timo, en animales sin un sistema inmune propio. Los ratones humanizados tienen un sistema inmunológico funcional humano, y pueden ser infectados con el VIH de la misma forma.

En el estudio, los investigadores determinaron, en primer lugar, que la cavidad oral y el tracto digestivo superior de los ratones tenían las mismas células que afectan a la transmisión oral del VIH, en los seres humanos, y que podían transmitir el virus a las crías a través de estas vías. Sin embargo, cuando a los ratones se les administró el virus en la leche materna de mujeres VIH-negativas, el virus no fue transmitido.

«Estos resultados son muy importantes porque muestran que la leche materna puede bloquear totalmente la transmisión oral de las dos formas del VIH que se encuentran en las madres infectadas con VIH: partículas del virus y células infectadas por el virus», afirma Angela Wahl, investigadora en el laboratorio del Dr. García.

‘Refutación del caballo de tTroya’

Según esta experta, «esto refuta la hipótesis del ‘caballo de Troya’, según la cual el VIH en las células es más tenaz contra las propias defensas naturales del cuerpo que las partículas del virus».

Por último, los investigadores estudiaron la efectividad de la profilaxis preexposición (PrEP) con medicamentos antirretrovirales. El Dr. García y su equipo habían demostrado previamente que la PrEP es eficaz contra la transmisión por vía intravenosa, vaginal y rectal del VIH en ratones humanizados.

En este estudio, administraron a los ratones medicamentos antirretrovirales durante siete días (3 días antes y 4 días después de exponerse al virus), obteniendo una protección total contra la transmisión del virus.

Estos últimos resultados proporcionan pistas importantes para desarrollar tratamientos alternativos, que podrían ser utilizados para prevenir la transmisión. El Dr. García concluye que «comprender cómo se transmite el VIH a los lactantes y los niños, a pesar de los efectos protectores de la leche, nos ayudará a cerrar esta puerta importante para la propagación del SIDA».

Fuente y ampliación de la noticia
Revista PLoS Pathogens (en ingles)
Traducción: Jano.es

Nueva terapia contra la mastitis en mujeres lactantes

Esto es un enlace a una antigua entrada del 2010 y que por necesidades expecíficas se vuelve a recordar, en el artículo se hace referencia a la fecha del estudio y su publicación. Wikio Doula Telde

Un grupo de investigación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha probado con éxito un nuevo tratamiento a base de bacterias lácticas en mujeres afectadas de mastitis, una inflamación del pecho asociada a la lactancia que constituye la primera causa médica del abandono de esta práctica.

UCM/Comunidad de Madrid/02.10.2008 09:14

Nueva terapia contra la mastitis en mujeres lactantes

Imagen al microscopio de un lactobacilo (Lactobacillus gasseri, señalado con una flecha), junto a una célula del sistema inmune (célula dendrítica, CD). Foto: UCM.

Hasta un quince por ciento de las mujeres que deciden amamantar a sus bebés llegan a sufrir mastitis, una enfermedad que se da durante la lactancia y que produce la inflamación de la mama, acompañada casi siempre de infección y fuertes dolores. El tratamiento que se realiza habitualmente, la toma de antibióticos, sólo surte resultado en apenas una décima parte de de los casos tratados. Ahora, un grupo de investigación de la UCM ha desarrollado una terapia con lactobacilos que se ha demostrado eficaz en la gran mayoría de ellos.Juan Miguel Rodríguez Gómez, director de la investigación, explica así la naturaleza de esta enfermedad: “La mastitis se produce básicamente por una alteración del tipo de microorganismos que hay en la glándula mamaria. Al final del embarazo y durante la lactancia existe una gran diversidad bacteriana, importante tanto para el neonato como para la madre. Cuando se produce una mastitis, esa diversidad bacteriana se transforma en prácticamente un monocultivo, formado por estafilococos la mayoría de las veces y, más ocasionalmente, por estreptococos y otros microorganismos”.El problema del tratamiento habitual, la administración de antibióticos, radica en que “se dan unos antibióticos por defecto (generalmente beta-lactámicos), sin llevar a cabo ningún análisis previo. Dado que la mayor parte de los estafilococos implicados son resistentes a estos antibióticos, el tratamiento suele conducir a un empeoramiento de los síntomas y a una cronificación de la infección.

Las mujeres afectadas solo tienen dos opciones, Para leer completo aquí

Artículo extraido de sinc y publicado anteriormente en este blog en el 2010

Cuando la succión del bebé no es correcta

Cuando la succión del bebé no es correcta

Muchos de los fracasos tempranos del amamantamiento están ligados a supuestos problemas del succión del niño. Con frecuencia las madres comentan que su bebé no sabía succionar, no hacía sino morder el pezón, se desesperaba en el pecho, no subía de peso, le agrietaba los pezones… Es cierto que un cuadro de estos puede engendrar a la vez dolor en los pezones de la madre, insatisfacción del bebé y frustración en la madre, todas ellas buenas razones para suspender la lactancia. Sin embargo, al igual que la mayoría de los problemas encontrados al comienzo del amamantamiento, se trata generalmente de problemas inducidos por una mala práctica al amamantar, y los cuales se pueden evitar.Cuando la succión del bebé no es la correcta

Cómo succionan los bebés

Para comprender mejor los problemas de succión, lo mejor es comenzar por estudiar qué es un buen agarre del seno. En el seno, las mandíbulas y la lengua del bebé deben trabajar de manera coordinada. Cuando el bebé toma el seno, su lengua forma un canal debajo del pecho y se apoya rítmicamente, presionando el seno de su madre contra el paladar. Esto aplana y alarga la parte de la areola situada atrás del pezón. Entonces, la parte posterior de la lengua del bebé forma un canal antero-posterior, que permite a la leche salir del pezón. Enseguida el bebé traga y respira. Sus labios son retraídos y apretados contra el pecho para mantener la succión.

 La confusión pecho/chupete

El ejemplo típico de los problemas de succión producidos por una mala práctica de lactancia, es el de la confusión pecho/chupete.

Los biberones y los chupos de entretención parecen hacer parte integral de la vida de los bebés de nuestra sociedad occidental, al punto que pocas personas están dispuestas a admitir que podrían ser nocivos y comprometer el comienzo del amamantamiento.

No obstante, un gran número de bebés, sin duda la mayoría, se confunden si deben succionar a veces de un chupete y otras veces del pecho, durante las tres o cuatro semanas siguientes al nacimiento. Para ciertos bebés, bastará una semana para que comiencen los signos de confusión. Para otros, uno o dos biberones (u otros chupos, por ejemplo las pezoneras de silicona), serán suficientes para provocar los problemas.

En efecto, cuando un bebé amamantado toma leche del biberón como si succionara del pecho de su madre (en la forma descrita más arriba), es inmediatamente inundado por un mar de líquido. Esto lo obliga a disminuir el flujo de la leche echando su lengua hacia la parte posterior de la boca para evitar ahogarse. Sus labios se cierran sobre el chupo rígido y sus mandíbulas no tienen nada que hacer. La leche llega inmediatamente sin esperar un reflejo de eyección (reflejo de bajada o de subida según donde, calambres, etc…).

Si enseguida él amamanta de la misma manera que come del biberón (lengua al borde del pezón en vez de estar debajo del seno, mejillas punzadas sobre el pezón), no obtiene casi nada de leche y en cambio hay un gran riesgo de provocar dolores y grietas en el pezón de su madre.

Otros problemas de succión pueden deberse a una plétora o congestión importante en la madre debido, con frecuencia, a un comienzo tardío del amamantamiento o a amamantadas muy espaciadas y cortas. El pecho se encuentra tan lleno y tenso, que el bebé no alcanza a cogerlo en su boca.

Y no olvidemos los problemas causados por una mala colocación del bebé en el pecho: cuando el bebé está muy lejos o debe voltear la cabeza para amamantar, no lleva el pecho lo suficientemente profundo a su boca para que se desencadene un reflejo de succión eficaz. De nuevo en esta situación, lo más probable es que la madre se agriete y como el bebé no succiona bien, no obtiene suficiente leche. Esto genera un círculo vicioso en donde la deficiente colocación del bebé al seno lleva a una pobre ingesta de leche por parte del bebé, quien entonces querrá comer con mucha frecuencia, lo que agrava la situación de los pezones de su madre. Se hace necesario, ante todo, corregir la colocación del bebé al pecho. Lo demás vendrá por añadidura.

¿Cuál es entonces la colocación ideal que debe tener el bebé al amamantar? Debe estar de frente a su madre, barriga contra barriga, de manera que no tenga que voltear la cabecita hacia el pecho para agarrarse; el pezón y buena parte de la areola deben estar dentro de su boca; sus labios deben estar evertidos como si fuera a silbar; su nariz y su mentón deben tocar el pecho de su madre; el bebé debe estar a la altura del pecho, no más abajo; ninguno de sus dos brazos debe ser un obstáculo que le impida a cercarse totalmente a su madre; su lengua debe quedar extendida y adelantada en el piso de la boca de manera que cubra la encía inferior del bebé para que al subirla y bajarla acompasadamente con la mandíbula, presione el pezón y la areola para obtener la leche. Un bebé así colocado, obtiene suficiente leche y además no lastima a su madre.

 Los bebés que tienen una succión débil

La inmensa mayoría de los bebés nacidos a término y en buena salud, saben succionar y deglutir desde el nacimiento y no tendrán problemas si no hay interferencia con los biberones de complemento y chupetes.

No obstante, un pequeño número de bebés no alcanzan a succionar eficazmente. Las razones más frecuentes, aparte de la prematurez, son las perturbaciones durante el período neonatal como hipoglicemia, hipoxia, ictericia, anestesia y analgesia de la madre durante el parto, incluida la epidural, así como la llamada inmadurez del sistema nervioso central.

Algunos de estos problemas pueden ser evitados cuando las condiciones del nacimiento y de los primeros días propician la cercanía de la madre con su bebé. Los investigadores reportan desde hace varios años, por ejemplo, que el riesgo de ictericia disminuye fuertemente si el bebé amamanta frecuentemente desde el comienzo.

Estos niños, durante los primeros días y semanas (incluso los primeros meses, pero esto es raro) no alcanzan a coordinar suficientemente los movimientos de su lengua y mandíbulas para realizar una succión y deglución eficaz. Pasan a menudo «todo el día» en el seno, son muy tónicos o al contrario apáticos y dormilones, y amamantan con poca frecuencia.

El tiempo, y a veces la reeducación de la succión, así como la utilización de diversas técnicas particulares (alimentación con vasito, utilización del suplementador para ayudar al amamantamiento), permiten pasar esta etapa difícil. Las dificultades evolucionan siempre a la mejoría, sin que se pueda decir cuando se va a solucionar el problema, pues esto varía de un bebé a otro.

 Los problemas de la lengua

Cuando se comprende cómo hace el bebé para succionar, se sabe que todo aquello que impida que la lengua se ponga en posición correcta debajo de la areola, puede causar problemas del amamantamiento.

Frenillo muy corto. Cuando este es el caso, el frenillo tira de la lengua e impide que la punta de ésta se sitúe correctamente, es decir debajo del pezón y la areola, y sobre la mandíbula.

Cuando el examen del bebé confirma el hecho de que su lengua no puede cubrir, aún a veces ni siquiera alcanzar a la mandíbula inferior (a veces el frenillo tira tanto de la lengua que ésta tiene la forma de un corazón estilizado), la solución es cortar el frenillo. La mamá puede amamantar luego a su bebé, generalmente sin más problemas.

Lengua retráctil. Acá también, así no sea por un frenillo muy corto, la lengua est< mal situada: está tirada hacia atrás y frota los lados de los pezones. La punta de la lengua puede herir de manera repetida la punta del pezón. En estos casos, la explicación es que el bebé nació con la lengua demasiado corta.

La lengua se enrolla hacia arriba. En estos casos, la lengua está claramente sobre el seno. La succión es claramente imposible y los pezones de la madre tienen el riesgo de sufrir pues el frenillo frota el pezón y lo hiere.

Como en el caso precedente, estas posiciones anormales son frecuentemente resultado de la confusión pecho/chupete, pero también se ven bebés que sufren alergias y utilizan la lengua para rascarse el paladar que les pica.

Otros problemas. Los bebés trisómicos (Síndrome de Down), tienen una lengua muy gruesa, con tendencia a la profusión. Esto entraña problemas de succión y demanda mucha paciencia de la madre.

Algunos bebés nacen raramente con una parálisis más o menos total de la lengua, a veces luego de un nacimiento traumático.

 El reflejo de extrusión de la lengua

Se piensa generalmente que el reflejo de extrusión de la lengua es un mecanismo de supervivencia, destinado a sacar todo objeto que se ponga en la boca del bebé, a fin de evitar su inhalación. Este reflejo se dispara entre 4 y 6 meses, con la madurez de la motricidad oral, y explica por qué es tan difícil hacer tragar sólidos a un bebé pequeño: él rechaza con su lengua los alimentos introducidos en su boca.

Cuando el bebé sitúa su lengua sobre la mandíbula inferior para introducir el seno en su boca a fin de amamantarse, esto se considera un reflejo de extrusión normal. Este comportamiento se encuentra en el 97% de los recién nacidos; el 3% restante que no presenta este reflejo, tiene problemas de succión.

Saca la lengua!

En todos los casos donde la posición de la lengua es incorrecta, se debe hacer una reeducación del bebé. Es suficiente hacer presión suavemente sobre el mentón mientras se le amamanta. Esto ayuda a la lengua a avanzar sobre la encía. Al mismo tiempo, se le puede decir al bebe: “Saca la lengua, saca la lengua!”, felicitándolo cuando lo haga. ¡Aún si él no comprende las palabras, parece que esto ayuda! Si no es suficiente, se puede hacer una pequeña caminata sobre la lengua, con un dedo.

En los problemas de posición de la lengua, parece útil amamantar poniendo al bebé en una posición en que el mentón prácticamente toque su pecho, lo cual permite a la lengua retraerse y elongarse. La mamá puede fajar su bebé de manera que los hombros y la cabeza se dirijan hacia su pecho. Amamantar al bebé manteniéndolo sentado o en posición modificada de balón de fútbol, también puede ayudar.

 El bebé que cierra sus encías

Este reflejo que el bebé tiene generalmente desde el nacimiento, y que no debe ser confundido con el reflejo de mordedura tónica (problema neurológico raro que impide que el bebé se pueda poner al pecho), lleva al bebé a cerrar las encías sobre todo objeto que se introduzca en su boca. Esto lastimará los pezones, los cuales a menudo van a sangrar luego del amamantamiento.

Mientras se espera que este reflejo desaparezca espontáneamente, se puede distensionar al bebé con masajes, baños tibios, apoyar sobre el mentón durante el amamantamiento, etc.

Luego de esta revisión en detalle de todo lo que puede perturbar la succión de los bebés, es necesario repetir una y otra vez, casi con el riesgo de chocar… que una buena conducta al amamantar (buena posición del bebé en el pecho, no biberones de complemento y amamantar realmente según la necesidad del bebé), suprimirán, o más bien evitarán la aparición de la inmensa mayoría de los problemas de succión. Falta ayudar al pequeño número de bebés que nacen con un impedimento para la succión correcta. Hay técnicas para ayudar a la mayoría de ellos.

¿Es esto utópico? Eso podríamos pensar conociendo la situación del amamantamiento en la mayoría de los países occidentales. ¿Qué pasó con los problemas de succión en Noruega, donde el 99% de los bebés son amamantados?

Fuente: LLL

Mas sobre el tema:
Función y movimientos de la lengua en la lactancia materna
El buen agarre en la lactancia


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IX Congreso de FEDALMA

Lactancia Materna

un compromiso social

IX Congreso FEDALMA - Lactancia Materna un compromiso socialFechas de celebración:

29 y 30 de Junio de 2012

Sede del congreso:

Auditorio y Palacio de Congresos
«Infanta Doña Elena»
ÁGUILAS (Murcia)

FEDALMA
pdf con el programa