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Las lentejas, solo con los abuelos

Un estudio muestra cómo los niños comen legumbres y dieta mediterránea cuando comen con los mayoresLas lentejas, solo con los abuelos

Las legumbres, solo con los abuelos

– Imagen: ABC

Las legumbres son unos de los platos más olvidados en los hogares

Los abuelos tienen en su mano la llave de que sus nietos se aficionen a una dieta saludable. Un estudio, elaborado por la Federación de Sociedades de Nutrición y la Agencia de Seguridad Alimentaria, muestra que 2 de cada 3 abuelos fomentan una dieta equilibrada entre sus nietos. En gran parte esto ocurre porque en la actualidad el cuidado y la educación de los niños corre de la mano de sus abuelos, y esa puede ser la clave para que las nuevas generaciones recuperen la esencia de la dieta mediterránea, paulatinamente olvidada por sus padres.

En los últimos años ha descendido la frecuencia con la que se cocina en los hogares «platos de cuchara» por la falta de tiempo y la adopción de costumbres «prácticas» a la hora de preparar la comida. Con la rapidez también se ha reducido el consumo de frutas, hortalizas y legumbres , alejándose la dieta actual de la dieta mediterránea tradicional y saludable.

El último bastión de la dieta mediterránea

En el estudio de Fesnad se ve cómo los potajes, uno de los platos más saludables, solo aparecen en la dieta habitual si en esas casas vive una persona mayor, o si los hijos comen o cenan en casa de los abuelos, confirmándose que, en la mayoría de los casos, nuestros abuelos suponen el último bastión de la dieta mediterránea para nuestros hijos. El estudio, se ha realizado sobre un total de 404 encuestas telefónicas a ciudadanos con una media de edad de 70 años.

Como media, los encuestados ingieren aproximadamente 3 piezas de fruta al día, comen pescado cerca de 3 veces a la semana y verduras unas 4 veces, y en su dieta diaria no hay un exceso de alimentos que contienen grasas saturadas

Más de la mitad de los abuelos del estudio son los responsables de una de las comidas o cenas de la semana de forma habitual. Este porcentaje se eleva al 75% si se trata de los abuelos del sur de nuestro país.

De los datos de la encuesta se desprende que alimentos tan equilibrados y sanos como los potajes solo aparecen en la dieta habitual de muchos hogares si en ellos vive una persona mayor.

Ni pescado ni verdura

Los abuelos que «alimentan» a sus nietos ejercen, según se desprende del estudio, una influencia positiva en la alimentación de sus nietos. El 64 % (2 de cada 3) de los abuelos preparan a los nietos su comida habitual, y los nietos se adaptan a esta dieta. No obstante en opinión de los abuelos, el 67% de los nietos no comen de todo. En concreto, no comen ni verdura ni pescado mientras que, por el contrario, abusan de la carne y en el postre ponen más lácteos en vez de fruta. En general, la gran mayoría de los encuestados (81% de mujeres y el 64% de hombres) habla con sus nietos de la necesidad de mantener una dieta sana y los involucran (a los nietos) en las actividades relacionadas con la hora de comer como el poner la mesa, recoger o preparar los postres.

El estudio ha confirmado que la gran mayoría de nuestros abuelos sigue manteniendo una dieta rica en frutas (3 piezas de fruta/día), verduras (4 veces /semana) y pescados (3 veces/semana). Dicha dieta tiende a ser más sana cuanto mayor es la edad del entrevistado. Los abuelos del sur de España tienen la percepción que su dieta es mejor que la de los abuelos del norte de España.

Recuperar la comida de familia

Los expertos señalan que hay numerosos aspectos de la alimentación que nos sirven para enseñar a crecer, como implicando a los niños en el diseño de los menús, dejándoles participar de la compra, involucrándolos en la cocina, recuperando la comida de la «familia» o hablándoles de la cultura gastronómica propia del lugar donde residen. También procurar que el momento de la comida sea un momento de paz y no de riña, y haciéndoles descubrir nuevos sabores y texturas para mejorar su empatía con los alimentos. Todo ello hace que comer se convierta en una verdadera escuela del crecer.

Noticia publicada en Canal Salud de ABC

El consumo de nueces en personas ancianas con riesgo cardiovascular se asocia con una mejor función cognitiva

Un estudio muestra que los alimentos ricos en polifenoles, típicos de la dieta mediterránea, se asocian con una mejor puntuación en pruebas de memoria y en la función cognitiva global en personas ancianas con factores de riesgo cardiovascular.

Las nueces se encuentran entre los alimentos mas ricos en ácido alfa-linolénico, el ácido graso omega 3.

Un estudio publicado en el Journal of Alzheimer’s Disease muestra que el consumo de alimentos ricos en polifenoles, propios de la dieta mediterránea, se asocia con una mejor función cognitiva en personas ancianas con alto riesgo cardiovascular.

El estudio tiene Sigue leyendo

Alimentos que sí bajan el colesterol y mucho

Hoy empieza el otoño, esa estación que tanto me gusta, por sus espectaculares colores; aunque aquí en la isla no se noten tanto como en mi ciudad natal, mi Norte querido.

Amanecemos cuidándonos, con nueces (¡se nota que me gustan ¿verdad?) y aceitito de oliva, ummm.

Os dejo con la noticia

nuecesEstá al alcance de cualquiera que se lo proponga. Reducir los niveles de colesterol LDL, el ‘malo’, es cuestión de voluntad y de perseverancia. Basta con seguir la dieta mediterránea para conseguir este objetivo y lograr, además, aumentar los niveles de colesterol HDL, el ‘bueno’. Ahora, sin embargo, llegan otras propuestas desde el otro lado del Atlántico que también han resultado eficaces.

Se trata de la llamada ‘dieta portafolio de alimentos que reducen el colesterol’ en la que se combinan productos como la proteína de soja, nueces, fibra soluble (vegetales y frutas) y fitoesteroles. La constatación de esta realidad proviene de un nuevo trabajo que demuestra que su consumo a lo largo de seis meses logra disminuciones importantes del colesterol ‘malo’.

David Jenkins, del Hospital San Michael y de la Universidad de Toronto (Canadá), es el autor principal del estudio que trae estas buenas noticias. «Las entidades cuyo fin es la salud cardiovascular han destacado incesantemente la importancia de la dieta y los estilos de vida como primera opción preventiva para reducir los niveles de lípidos en sangre y disminuir el riesgo de enfermedad coronaria. No obstante, la introducción de las estatinas (los modernos fármacos anticolesterol) a finales de 1980 puso en entredicho la relativa eficacia de la dieta. Sin embargo, el uso combinado de alimentos capaces de reducir el colesterol ha constatado en algunos estudios una reducción similar a la lograda por la primera generación de estatinas. Ahora hemos llevado a cabo una investigación capaz de determinar que la ‘dieta portafolio’ reconocida por la FDA (agencia estadounidense de los alimentos y fármacos) es más eficaz que un simple control de la alimentación durante seis meses a la hora de disminuir el LDL», introducen los investigadores en su estudio.

Publicado en el último ‘Journal of American Medical Association’ , el trabajo ha involucrado a 345 participantes con hiperlipidemia (niveles elevados de lípidos en sangre). Todos fueron divididos en dos grupos: mientras que uno siguió una dieta control baja en grasas saturadas en la que se hacía énfasis en el consumo elevado de cereales, el segundo debía incorporar la ‘dieta portafolio’. Fundamentalmente, alimentos con proteína de soja (tofu), fitoesteroles (como los que contienen algunas margarinas), fibras solubles (vegetales, fruta, cebada…) y frutos secos, como las nueces y los cacahuetes.

Los datos revelan unas reducciones significativas de los niveles de LDL en el grupo asignado a la ‘dieta portafolio’ en comparación con los que llevaron a cabo la alimentación controlada. Pese al reconocimiento de estos beneficios, los autores destacan una cifra de abandonos del tratamiento cercana al 23%.

Díficil de seguir

Ramón Estruch, jefe del grupo del CIBERobn (Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición) del Hospital Clínic de Barcelona reconoce a ELMUNDO.es que «trabajos, como el aquí expuesto, son interesantes, además de estar publicado en una revista de prestigio». Sin embargo, objeta, «este tipo de dietas tan estrictas son difíciles de seguir a largo plazo (basta con observar el porcentaje de abandonos) y, además, al ser tan vegetarianas pueden resultar perjudiciales para la salud».

No es el caso, defiende de «la dieta mediterránea (DM). Estamos acabando un estudio (Predimed) con 7.500 españoles que han sido dividos en tres grupos: uno ha seguido la DM con aceite de oliva; otro, con frutos secos y un último, la DM estándar. El trabajo finaliza este año, pero ya sabemos que incluso la DM sin enriquecer mejora el metabolismo del azúcar y la tensión arterial, baja el colesterol ‘malo’ y sube el ‘bueno’. Sabemos, además, que es una alimentación fácil de seguir a largo plazo, por su variedad y por su sabor».

Se suma a estas ventajas el hecho de que «cada vez hay más evidencias de su papel protector en la patología cardiaca, pero también en el cáncer y, lo más importante: ha demostrado que no es perjudicial a largo plazo. La pena es que estemos perdiendo este patrimonio que las culturas anglosajonas, precisamente, están empezando a utilizar».

El experto catalán reitera que sería interesante llevar a cabo estudios que compararan la dieta mediterránea con la ‘dieta portafolio’, aunque reconoce «que la carencia de determinadas proteínas y otros nutrientes no vegetales de ésta última, como los que aporta el pescado, puede ser un lastre para este tipo de alimentación».

De similiar opinión se muestra Carmen Gómez Candela, jefa de la Unidad de Nutrición del Hospital La Paz de Madrid, reconoce que «los alimentos señalados en el estudio son de sobrada solvencia como productos que bajan el colesterol, pero falta en este tipo de dieta productos como el aceite de oliva que elevan el colesterol bueno».

Reconoce que determinas «dietas, como la analizada en el ensayo, son difíciles de seguir a largo plazo. Esta es una de las razones por las que solemos recurrir a alimentos funcionales que contienen fitoestrógenos (como margarinas y algunos yogures) y si no, a los fármacos».

Artículo publicado por Patricia Matey, El Mundo.es

Aceite de oliva virgen

Descubren mecanismos genéticos asociados a los beneficios de la dieta mediterranea

Dieta mediterraneaUn equipo de investigación identifica los efectos del consumo de aceite de oliva virgen sobre los genes y el porqué minimiza el riesgo de enfermedad cardíaca.

El consumo de una dieta rica en componentes fenólicos del aceite de oliva virgen reprime varios genes proinflamatorios, según desvela un estudio de la Universidad de Córdoba que se publica en la revista BioMed Central Genomics. Los investigadores sugieren que esto, en parte, explica el menor riesgo de enfermedad cardíaca que se observa en quienes siguen la dieta mediterránea.
Los científicos, dirigidos por Francisco Pérez Jiménez, investigaron los efectos de comer un desayuno rico en componentes fenólicos sobre la expresión genética en 20 pacientes con síndrome metabólico, un trastorno común asociado con el mayor riesgo de enfermedad cardiovascular y diabetes tipo 2.
Los investigadores controlaban el desayuno que tomaban los participantes y durante seis semanas antes del estudio habían evitado todos los fármacos, vitaminas y otros suplementos.
Según explica Pérez-Jiménez, «identificamos 98 genes que se expresaban de forma diferente al comparar el consumo de aceite de oliva rico en fenoles con el bajo en fenoles. Varios de los genes reprimidos se conocen por participar en procesos proinflamatorios, lo que sugiere que la dieta puede cambiar la actividad de las células del sistema inmune a un perfil inflamatorio menos perjudicial, como el que se observa en el síndrome metabólico».
Los fenoles son micronutrientes del aceite de oliva, las variedades de extra-virgen tienen una cantidad de fenoles particularmente elevada. Según concluye Pérez-Jiménez, «estos descubrimientos refuerzan la relación entre inflamación, obesidad y dieta y proporcionan evidencias al nivel más básico de los efectos saludables derivados del consumo del aceite de oliva virgen en los humanos».
El investigador añade que sería interesante evaluar si existen componentes fenólicos específicos que porten estos efectos o si son la consecuencia de un efecto combinado de la cantidad total fenólica.
Jano.es