Archivo de la categoría: nacimiento

Video del parto de Naolí Vinaver

Hoy especialmente no dejo de pensar en un buen parto para una persona que quiero mucho. Va por ti Beroki.
NaoliNaolí es comadrona profesional y partera tradicional, pero en este vídeo la vemos en su mejor labor: como madre dando a luz a su tercer hijo.
Disfrutadlo como yo cuando lo vi hace ya unos cuatro años. Ahora lo busqué especialmente para ti.
Recuerda boca… Muaaa Sigue leyendo

Sugerencias sobre lactancia los primeros días

Se acerca la semana europea de la lactancia y por eso es que quiero hacer hincapié en lo importante de ella.
Empezando en la primera hora tras el parto y en contacto piel con piel.

Sabido es que la OMS recomienda lactancia materna exclusiva 6 meses y a partir de ahí ir ofreciendo otros alimentos, siempre de uno en uno y sin forzar, después… pues hasta que mamá y bebé lo quieran.

Aprovecho para felicitar a la Junta de Andalucía y los profesionales que están tras este trabajo que a continuación os enseño en forma de vídeo, hay más en la página que os facilito, que la han llamado «Ventana abierta a la familia«, espero os sean de ayuda.

En breve pondré información sobre la Semana Mundial de la lactancia (europea)

Los bebés conocen el olor de su madre antes de nacer

Los bebés conocen el olor de su madre antes de nacer - líquido amniótico

  • Cuando nacemos, nos exponemos al olor del líquido amniótico de nuestra madre, y reaccionamos entonces a dicho olor para alimentarnos.

  • El olor a líquido amniótico de la madre impulsa el amamantamiento de la cría.

La relación del bebé con la madre, antes y después del parto, está llena de elementos que muchos dirían mágicos y que la ciencia va poco poco entendiendo y explicando. De igual modo, nos asombran a veces los comportamientos de muchos animales, como ese pingüino que reconoce a su madre por su parloteo entre un millar.

Pero los seres humanos, a veces lo olvidamos, somos animales.Mamíferos que comenzamos a succionar la leche de nuestra madre, pero que lo hacemos tras el aprendizaje de su combinación única de olores. 

Es lo que han descubierto investigadores del Wellcome Trust Sanger Institute (Reino Unido). Cuando nacemos, nos exponemos al olor del líquido amniótico de nuestra madre, y reaccionamos entonces a dicho olor para alimentarnos.

Mamar o morir

La succión del bebé es un paso crítico para la supervivencia de los mamíferos, que se definen por dar a luz a hijos que necesitan alimentarse de la leche de su madre. El recién nacido debe comenzar a alimentarse poco después del nacimiento, o morirá. Este comportamiento crucial, decisivo en los mamíferos, ofrece a los investigadores la oportunidad de investigar la biología del instinto.

Investigaciones previas sobre la lactancia han demostrado que las hembras de conejo europeo utilizan una feromona para iniciar la succión en los bebés recién nacidos. Esto ha llevado a muchos científicos a pensar que todos los mamíferos son susceptibles de utilizar el mismo mecanismo. Así, deseoso de descubrir la feromona involucrada en otros mamíferos, el equipo del nuevo estudio eligió al ratón porque tienen un estilo de crianza similar a la de los humanos.

«Esperábamos encontrar una feromona que controle la succión en ratones, pero descubrimosun mecanismo totalmente diferente«, señala Darren Logan, autor principal del estudio, que ha sido publicado en Current Biology.

Para descubrir los olores involucrados en la iniciación de la lactancia, los investigadores acercaron a ratones recién nacidos por cesárea a senos que habían sido lavados y luego sumergidos en los fluidos que un bebé inhala al nacer: el líquido amniótico, la saliva de la madre (al ser lamidos), la leche materna y la orina. Solo los pechos que olían al líquido amniótico de la madre impulsaron el amamantamiento en las crías.

Aprender el olor a líquido amniótico

Posteriormente, el equipo detectó la presencia de una feromona en el líquido amniótico. Al alimentar a ratones gestantes con alimentos de olor fuerte, como el ajo, para cambiar el olor de la madre, si una feromona estaba implicada, el ajo no tendría ningún efecto en la succión. De hecho, sólo los ratones que tuvieron una exposición previa al líquido amniótico con el fuerte olor de su madre fueron capaces de alimentarse con éxito, lo que demuestra que el olor debe ser aprendido.

«Nuestro trabajo demuestra que no existe una feromona para la alimentación de los ratones recién nacidos, sino que las crías de ratón aprenden el olor de esta mezcla única y variable de la madre en el nacimiento», explica la coautora Lisa Stowers, del Instituto de Investigación Scripps.

La evidencia que respalda estas conclusiones proviene de la investigación genética llevada a cabo por el equipo. Los investigadores observaron que los ratones que carecen de un gen crítico en la región de la detección de feromonas en la nariz fueron capaces de localizar el pezón de la madre para succionar. En contraste, los ratones recién nacidos que no tenían la capacidad de oler los olores normales tuvieron problemas con la alimentación.

Fuente: Europa Press

Documento con recomendaciones de lactancia materna de la AEPED

Recomendaciones de Lactancia Materna, Comite lm AEPEDA principios de este año el Comité de Lactancia Materna de la AEPED (Asociación Española de Pediatría) actualizó sus recomendaciones sobre lactancia materna y diseñó este documento que puede servir de buena referencia tanto a mamás y sus familias como a los pediatras, para tener a mano en la consulta.

Es un documento sencillo, claro está, pero que contiene bastantes de los temas, o digamos esas cosas que al principio nos preocupan, más que nada por no saber manejar la situación. Por supuesto que tambien podria ser entregado a las mujeres cuando acuden a su consulta con la matrona o cualquier otra visita prenatal.

Lo importante es que la información llegue, ¿como? ¿donde? ¿quien la entregue? eso no importa tanto, pero sí la seguridad que le hagas sentir a esa mujer de que todo va ha salir bien, que todo tiene solución.

Por supuesto en cuanto a duración de lactancia e introducción de alimentos complementarios la recomendación sigue siendo la misma, 6 meses de lactancia exclusiva al pecho y continuar con el amamantamiento junto con la alimentación complementaria hasta los 2 años o más, mientras madre e hijo lo deseen.

 Algo a destacar es que se habla también del contacto precoz piel con piel, del colecho, el papel del papá, bueno vamos… que os va a gustar, ya me contareis.

 Os dejo por supuesto los enlaces para que podáis descargaros el documento con fotografías incluidas.

Itziar Blanco

Recomendaciones sobre lactancia materna AEPED
Documento en pdf
Imagen AEPED

Semana Mundial por un Parto Respetado 2012

Semana mundial por un parto respetado 2012

El parto en casa, ¿retroceso o necesidad emocional?

Cada vez son más las mujeres que deciden traer a sus hijos al mundo en su propia cama. ¿Cuáles son sus ventajas y los inconvenientes?
El acompañamiento y la información son necesarios e importantes
Esta comprobado que si no se interrumpe hay menos complicaciones.
La recuperación y el vínculo con el bebé son más fáciles.
El parto en casa ¿retroceso o necesidad emocional?

La activista australiana defensora del parto en casa, Caroline Lovell. / mujerhoy

 El pasado mes de enero, la activista australiana defensora del parto en casa Caroline Lovell murió mientras daba a luz en su hogar. ¿Las causas? Complicaciones que derivaron en un fallo cardíaco. Pese a que Lovell fue trasladada al hospital, falleció al día siguiente. La conmoción dio paso al cuestionamiento y, al poco tiempo, los foros de internet hervían: ¿es segura esta práctica?

Si hasta hace 20 años la única opción para dar a luz a un hijo era la hospitalización, ahora se puede parir en granjas, dentro de una bañera y en tu casa, libre de toda experiencia clínica. Hay más opciones que nunca, y cada vez más mujeres se decantan por un acompañamiento distinto en el parto, que asocian a una opción menos medicalizada. «En gran parte es algo que tiene que ver con una vuelta a lo natural en todos los aspectos. Si alguien cuida su alimentación y no desea alimentos con toxinas, ¿cómo no va a querer un contexto más cercano para la experiencia que va a cambiar toda su vida?«, explica la antropóloga británica Sairica Rose.
Pero en contra del parto hospitalario, a esta ‘nueva sensibilidad’, se suman ciertas carencias del sistema médico. Caroline Lovell, como tantas otras mujeres, había expresado su disconformidad con un sistema que atendía únicamente el proceso final del parto, sin tener en cuenta las peculiaridades de cada mujer y sus necesidades.
Lo cierto es que hay tantos defensores como detractores de dar a luz en casa, con razones de peso en ambos casos. Los que están a favor del parto natural –es decir, no medicalizado, con una o dos comadronas expertas y en un entorno elegido por la futura madre– esgrimen que en mujeres menores de 35 años y sin riesgos previos, no hay diferencias significativas con un parto hospitalario. La revista científica British Medical Journal publicó un estudio en 2005 realizado con más de 5.000 embarazadas de bajo riesgo en el que la mortalidad perinatal era similar en ambos tipos de parto.
En el centro de salud familiar Mare Nostrum ofrecen el parto en casa partiendo precisamente de la filosofía de que un parto no tiene por qué ser medicalizado, y que el proceso ha de ser cuanto más natural mejor. «El acompañamiento y la información son básicos en todo momento«, explica Sonia E. Waters, una de las comadronas.
Esas son las carencias más importantes que se citan tanto entre profesionales como madres gestantes cuando se trata de parto hospitalario. Clara Linares, que decidió traer al mundo en casa a su segundo hijo, lo constata. «Pese a que mi primer hijo nació en un hospital y creo que era necesario porque a lo largo del parto hubo complicaciones, durante el segundo embarazo investigué todas las posibilidades y me quedé con el parto en casa», cuenta. «Una de las razones fue que durante un momento del parto de mi primer hijo tuve una sensación de angustia muy grande cuando nadie me daba información y tanto mi pareja como yo nos sentimos muy perdidos. Pasó a centrarse todo en la intervención quirúrgica –puesto que requería cesárea– y no sabíamos qué pasaba», explica.
Proceso natural
Lo mismo argumentan desde la asociación El Parto es Nuestro. «La madre tiene derecho a que se le proporcione toda la información y el acompañamiento que necesite. Se asume que el parto debe ser en un hospital por falta de opciones, pero una mujer debe ser capaz de elegir dónde parir y en qué condiciones, –reivindica Claudia Pariente, de El Parto es Nuestro–. El parto es el momento final de un proceso mucho más largo, y en algunos casos, hay ginecólogos que solamente se preocupan de la intervención. Si una mujer está atendida y acompañada durante el embarazo, el parto es un momento mucho más natural y menos traumático. De hecho, no tiene por qué serlo».
Pero también hay otra visión, contrastada por estudios. Según uno publicado en 2010 en American Journal of Obstetrics and Ginecology, una de las revistas especializadas más respetadas en el campo, fallecen el doble de niños en partos en casa que en un parto hospitalario. Si la estadística es de un 0,2% de muerte natal en los alumbramientos domésticos, la cifra disminuye a la mitad entre los nacidos en hospitales: un 0,09%. «Parir en casa es una barbaridad», argumenta el ginecólogo Carles Salva dor Taboada. «No puedes dejar de lado los avances médicos de los últimos sesenta años simplemente porque te dé la gana estar en tu casa. En los partos hay complicaciones y riesgos, siempre. Obviarlos es una temeridad», concluye. «La angustia puede sobrevenir por multitud de razones, y una mujer tiene que gozar del derecho a parir naturalmente. Pero de ahí a no estar en un centro médico, donde pueda ser atendida adecuadamente, hay un abismo”.
Los defensores del parto natural en un entorno doméstico rebaten: «Si el estudio no tiene en cuenta las condiciones socioeconómicas, no puede ser válido. Es decir, hay mujeres que entran en riesgo mortal pariendo en casa, pero es algo que no han decidido, no han tenido un acompañamiento durante el parto y, probablemente, estén pariendo solas», explica la antropóloga Sairica Rose. «Una muerte por parto en casa es extremadamente infrecuente; el caso de Caroline Lovell debería ser noticia por lo trágico, pero no por ser significativo–aclara–. La causa que se ha dado como más probable es el de una hemorragia masiva».
El médico Salvador Taboada insiste en que «una hemorragia es algo más común de lo que se piensa. Lo más probable es que se minimizaran unos riesgos que existen, por cuestiones de militancia filosófica. Hay que tener muchísimo cuidado en un parto».
En general, si una mujer está sana, no ha tenido complicaciones derivadas de un parto anterior, no se considera de riesgo. «Casi todas pueden dar a luz en casa si tienen un seguimiento y acompañamiento adecuados», explica Sonia E. Waters. «El 85% de los que atendemos tienen éxito, y el 15% que requiere hospitalización es porque el parto se estaciona, no dilata o la mujer no aguanta bien el dolor. Ante eso, lo mejor es llevarla a un hospital», aclara.
«Si va a acabar en un hospital, no entiendo por qué no debe empezar allí el proceso», contrarresta Taboada. «Cada parto es único. Minimizar lo que te vas a encontrar es un error absurdo. Jamás le aconsejaría a ninguna mujer parir en casa. Y si lo que aducen es falta de información, es evidente que el profesional debe proporcionarla durante el embarazo o la mujer cambiar de médico si no está contenta».
Con tiempo
Para los defensores del parto domiciliario, los riesgos son pocos. «Muchas veces el miedo es lo que genera adrenalina y eso paraliza el proceso o incluso provoca sufrimiento fetal» explica Waters, que aduce que ese es el principal riesgo. En un parto en casa, que puede durar 48 horas tranquilamente, las comadronas relajan a la madre, que puede dormir, comer y bañarse durante una gran parte del proceso.
La comadrona Sonia E. Waters rebate a quienes argumentan que es una práctica medieval: «Tenemos todo el material médico y quirúrgico necesario para un parto normal, además de anestesia local, oxígeno, suero y equipos para escuchar la frecuencia cardiaca y de reanimación, que casi nunca se usan. Lo importante es dejar que el cuerpo realice su función fisiológica. El parto no es una enfermedad ni un problema. Está comprobado que si no se interrumpe hay menos complicaciones«.
«Con ese material no se puede intervenir en una embolia –argumenta taxativo el ginecólogo Salvador Boada–. Ni practicar una histerectomía cuando hay hemorragia. No se pueden obviar problemas así como así. Existen y lo importante es darle las mejores condiciones a la madre».
A favor o en contra, la práctica está cada vez más extendida en España. Lo importante es estar bien informado.
A favor y en contra, casos reales
Barbara Martínez, 37 años, periodista: «Con apoyo médico y epidural, estoy más tranquila».
«Este será mi segundo hijo y hemos decidido que nazca en una clínica, como el anterior. En ambos embarazos he mantenido una comunicación muy fluida con mi ginecóloga y el equipo que me asistirá, y no tengo dudas. Creo que eso es lo más importante, decida lo que decida la madre, ya sea un parto en casa, bajo el agua o en el hospital: estar segura y sin dudas, para que el parto sea lo más tranquilo posible. Hay mujeres que se angustian y prefieren no pasar por un hospital, lo cual es muy respetable. Yo he decidido que sea en condiciones con apoyo médico y epidural. Además, mi primer hijo tuvo que salir con fórceps. Estoy más tranquila así».
Clara Linares, 35 años, psicóloga. «En casa, el vínculo con el bebé es más fácil«.
«Sopesé todas las opciones, me informé muchísimo y asistí a una conferencia en la que se explicaban las posibilidades de dar a luz naturalmente tras una cesárea previa, como era mi caso. Salí convencida. Tras una preparación a conciencia, llegó el momento y fue muy especial. Estábamos solo las comadronas, mi pareja, mi niño y yo. Bajamos las luces, y fue todo muy tranquilo. No niego que en algún momento lo pasé mal, el dolor era muy intenso, pero cuando pasó lo peor, y estando en casa, fue una maravilla. Esa misma noche dormí tranquila, con mis hijos. Además, la recuperación fue mucho más rápida. Y el vínculo con el bebé, más fácil»
Fuente: elcorreo.com